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{ viernes, 22 de agosto de 2008 }
Nuestras recetas

Decía el sabio Horacio “ieiunus raro stomachus vulagaria temnit”
(un estómago en ayunas raramente desdeña los alimentos más vulgares)
Horacio, Sátiras 2, 2, 38.
Efectivamente, la necesidad ha sido durante épocas una excelsa fuente de ideas y “arreglos”, donde las amas de casa y muchos taberneros se han refugiado para condimentar y completar sus menús diarios y hacerlos parecer grandes ágapes. Esta necesidad consigue agudizar el ingenio de nuestras madres y preparar recetas diferentes, infinitas recetas, y con pocos ingredientes. Y no es que en España nos falte materia prima; las razones de esta falta de productos han sido variadas, algo que no podemos olvidar en nuestro pasado más cercano, desde la dificultad de conseguir materias primas ajenas a la misma tierra donde se habitaba, hasta la popular manera de transmitir este saber culinario, de madres a hijas, además de una cierta desconfianza hacia los productos que provenían de fuera algo que todavía se puede percibir en nuestras madres y de manera más pronunciada aún en nuestras abuelas.
La manera de cocinar los alimentos también estaba predeterminada por las costumbres de la época y así explica Xavier Castro en su libro A lume manso (Galaxia) como las mujeres gallegas cocinaban de esa manera, a fuego lento, y así ganaban tiempo para atender las faenas de la casa y del campo.
Sea como fuere, el caso es que esta sabiduría popular no debería perderse nunca; esos pequeños detalles que hacen de un humilde trozo de pecho de vaca el más sabroso de los guisos son argumentos suficientes para iniciar su recuerdo y recopilación, algo que desde aquí queremos promocionar.
Preguntemos a nuestras madres y abuelas, recuperemos esa fuente de información que el tiempo nos está quitando, rindamos homenaje a su memoria y comamos y bebamos de su sabiduría.
Este es un proyecto por el cual mi compañera de blog, Beatriz y yo mismo apostamos de manera personal y esperamos de su sincera ayuda.
Qué a ustedes les aproveche. César.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

perdonar la intromision mi madre la lechuga la deja dentro de agua en la nevera y asi está mas fresca noes mucho pero bueno