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Percebes, un verdadero sabor a mar

{ domingo, 4 de enero de 2009 }



Cuando los percebes aún no se comían, solo se sabía de ellos que eran una plaga que era necesario eliminar al proceder al carenado del casco de los barcos. Hay que suponer que, como se afirma para el centollo, el primer humano que los probó estaba en una grave situación alimentaria, porque hasta bien entrado el siglo XVIII lo único que se decía de este crustáceo cirrípedo es que era una hidra con muchas cabezas o un monstruo con muchas pezuñas o patas de cabra.

En la actualidad, la discusión sobre este marisco se hace para discernir sobre la posibilidad de que algún otro supere sus características gustativas. Casi siempre acaba compartiendo el podium con la ostra y la langosta

El percebe es un crustáceo que al igual que los mejillones, vive enganchado a las rocas. Estos se crían formando colonias, y aunque son hermafroditas, son incapaces de autofecundarse, por eso, un debe actuar como donante de semen y otro debe prestar sus ovarios.

Los percebes tienen una singular forma (son más bien feos) y un tamaño variable dependiendo de su ubicación, pudiendo alcanzar una longitud de 12 centímetros, aunque se consideran suficientes a partir de los 5 centímetros.

Si las circunstancias son favorables, en sólo seis meses consiguen el tamaño comercial (al menos cinco centímetros de longitud y dos y medio de diámetro) y aunque aún no hayan alcanzado la proporción que los gallegos, en su comparación machista, consideran idónea, ya se puede proceder a su colocación en el mercado.

Los especialistas distinguen dos clases de percebes, los de sol y los de sombra o aguarones.

Los percebes en nuestro país se capturan en las costas del norte y noroeste, pero las más destacadas son la costas gallegas. Estos crustáceos se capturan de forma artesanal mediante útiles de mano cuando la marea baja, entonces quedan al descubierto sobre las rocas. Su alto precio se debe a la dificultad de su captura, pero siempre se pueden encontrar otras variedades

Este marisco tiene dos partes, el pedúnculo, que guarda en su interior una carne muy sabrosa con un gran sabor a mar y la uña, una especie de caparazón que se forma por varias piezas.


En cuanto a nutrición, los percebes aportan un gran contenido en vitaminas B1 y B2, potasio y otros minerales y un bajo contenido en grasa a diferencia de otros mariscos.

Los percebes se comercializan vivos, pero también los puedes encontrar cocidos o congelados. Si puedes, adquiérelos frescos y en menos ocasiones, resultarán más sabrosos y valorados.

Para preparar los percebes basta una cazuela con agua y un poco de sal, también se le puede añadir laurel o vino blanco, pero siempre en una pequeñas proporción para que no disfrace el verdadero sabor a mar de este manjar.

Antes de cocerlos, lávalos en agua fría. Mientras pon el agua de la cazuela al fuego, y cuando rompa a hervir, introduce los percebes. Al estar fríos se rompe el hervor, y en el momento en que el agua vuelva a hervir, ya puedes retirar los percebes, aunque si son muy grandes, puedes dejarlos un par de minutos más.

Cuando los retires del agua, colócalos en un recipiente hondo y cúbrelos con un paño para que el vapor se concentre y la piel del pedúnculo se separe fácilmente de la carne.

No son los percebes comida de todos los días pero, cuando se anime, asegúrese de que sean autóctonos y, si los cocina usted mismo, siga esta receta: “auga a ferver, percebes botar, auga a ferver percebes sacar”, es decir un simple hervor en agua con la salinidad adecuada es suficiente.

Acompáñelos de un albariño fresco y, si las circunstancias se lo permiten, siga la recomendación de Picadillo:


Como fin de receta,no los comáis jamás sin servilletaque os tape todo el busto,si queréis evitaros un disgusto”.

La forma ideal de degustarlos es comer solo percebes, abundantes, de tal forma que se autoconstituyan en plato único previo al postre y conseguirá que ingresen en su organismo minerales utilísimos, vitaminas y proteínas, pero sobre todo sabores excepcionales y exclusivos, que tienen la propiedad de dejarle el cuerpo, con la sensación de que la felicidad no está lejana.

curiosidades de los percebes:

En Europa, hasta la Edad Moderna se creyó que algunas especies de gansos eran la metamorfosis de los percebes. Este era uno de los modos de burlar el ayuno de carnes durante la cuaresma, ya que solo podían comer pescados y mariscos.
La profesión de percebeiro es una actividad peligrosa debido a la exposición al fuerte mar de los lugares en los que se encuentran los percebes.
Muy cerca del Faro de Roncudo podemos contemplar dos cruces homenajeando a los arriesgados percebeiros que perdieron la vida recogiendo este delicioso manjar.
La fuerza del mar y las características de las aguas hacen de estas rocas el lugar ideal para el famoso percebe del Roncudo, dicen, el más sabroso del mundo. Desde 1992, el primer sábado de julio se celebra la fiesta exaltación de este producto, que hace de Corme un lugar conocido en todo el mundo.

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