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Internet en las etiquetas

{ lunes, 4 de mayo de 2009 }

Una noticia que me ha resultado curiosa y muy innovadora...
Una bodega de la Do Montsant, Cingles Blaus, con sede en Cornudella, ha puesto en marcha un sistema pionero en España para informar directamente a los consumidores de sus vinos. Se trata de encriptar la etiqueta del vino para que el consumidor, mediante el teléfono móvil e internet, tenga mucha más información de la que cabe en un pedazo de papel. Los códigos de barras pronto serán historia.


De la botella de vino al spime

El código ubicuo
Aparecieron hace pocos años en Japón y en cuestión de muy poco tiempo su uso se extendió hacia otros ámbitos. Concebido como la evolución del código de barras para una aplicación industrial, rápidamente los diseñadores lo rescatan de ese ámbito para darle un lugar más glamoroso incorporado a los artículos de lujo.

¿Cómo funciona?

Instalando aplicaciones muy simples en teléfonos móviles, el visor de la cámara de fotos se convierte en un lector del código que se activa por el solo echo de pasarlo por delante del código. Al hacerlo aparecerá en la pantalla del móvil el mensaje que contenga el código, por ejemplo un enlace a una web.
Pulsando sobre este enlace vamos en la dirección seleccionada y entramos en contacto directo con la página del vino que tenemos entre manos o que estamos bebiendo en un restaurante
.

¿Para qué puede utilizarse?
Para experimentar nuevas formas de comunicación innovadoras, creativas, provocadoras, que dan lugar a poder enviar un mensaje desde una botella a su página y así poder relacionar a los amantes del vino con Cingles Blaus a través de nuestras botellas sin que intermedie más mecanismo que el de un simple enlace activo agregado a la etiqueta. Para despertar la curiosidad por este vino en un segmento de mercado experimental, joven, nativo virtual y amante de los buenos vinos.
Para abrir caminos que todavía no conocemos.

Una investigación demuestra los beneficios de los residuos de uva para la industria farmacéutica y cosmética

{ }
Un articulo interesante, de la uva se aprovecha todo, cada dia se demuestra que tanto la uva como el vino son beneficiosos para la salud. En estos momentos en que la uva esta a un precio tan barato el aprovechamiento de los residuos pueden ser un complemento a la industria vitivinícola.

Una investigación realizada en el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) y con financiación de la Obra Social de 'la Caixa' ha demostrado los beneficios de los residuos de uva --pepitas, piel y tallo de los racimos--, para las industrias alimentaria, farmacéutica, parafarmacéutica, cosmética y la industria de la piel animal.

Los investigadores explicaron que en las pepitas, la piel o el tallo de los racimos de uva se encuentran productos "muy valiosos" como el Omega 6, la vitamina E, el Resveratrol, las Proanticionidinas, los Taninos y los Antocianos.
En el caso del Omega 6, José Urieta relató que está presente en la pepita de uva en una elevada proporción. Es un aceite graso esencial que sirve para reducir el colesterol en sangre, reforzar el sistema inmunológico, además de intervenir en la formación de membranas celulares y permitir el funcionamiento de las conexiones nerviosas.

La vitamina E también está presente en el aceite de pepita de uva en una proporción similar a como aparece en el aceite de oliva, sustancia que constituye un importante antioxidante, que beneficia al sistema inmunitario, a la vez que mejora las propiedades oculares, según precisaron los investigadores.

Por su parte, el Resveratrol, contenido en la piel de la uva, estimula las enzimas que controlan el envejecimiento de los tejidos; previene enfermedades geriátricas como el alzheimer, y es un antioxidante "muy eficaz", a la vez que inhibe el colesterol perjudicial para el sistema circulatorio.
OTRAS SUSTANCIAS BENEFICIOSAS
Otra de las sustancias beneficiosas que se extraen de los residuos de la uva son las Proanticionidinas, contenidas en la piel y en las semillas, que son antioxidantes, mejoran los problemas de insuficiencia venosa y son suplementos nutricionales.

Además, de la piel de la uva se obtienen los Antocianos, causantes del color del vino y que son antioxidantes y suplementos nutricionales, y los Taninos, también antioxidantes y antiinflamatorios, que son aprovechables para la industria de la piel, al poderse aplicar en el curtido de pieles, y en la industria vitivinícola puesto que son estabilizantes del color del vino.
La investigación se desarrolló en dos fases, una primera en la que el Grupo de Termodinámica Aplicada y Superficies del I3A, dirigido por el catedrático de Química Física, José Urieta, extrajo las sustancias beneficiosas de la uva en una planta piloto de experimentación creada para la investigación en el I3A.

La extracción se realizó con una técnica que emplea el dióxido de carbono (CO2) a alta presión, técnica que los investigadores estimaron que se puede utilizar para otros procesos en campos afines, como la industria oleícola.

En la segunda fase, el Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología, dirigido por el catedrático Juan Cacho, identificó y valoró cuantitativa y cualitativamente las cantidades de interés de los extractos.